Taxistas vs Uber: renovarse o morir

Uber

Megaupload era un sitio web de servicio de alojamiento de archivos, fundado el 21 de marzo de 2005 por Kim Dotcom. Gracias a este sitio web mediante podías ver y descargar música, series, películas, libros en formato digital… de forma gratuita. El avance tecnológico de Internet estaba brindándonos la posibilidad de obtener cultura sin pagar. ¿Qué problema puede haber en esto? Para nosotros, ciudadanos de a pie, trabajadores y estudiantes, ninguno. Pero recordemos que no estamos solos en la estructura económica: nos acompañan los dueños de la cultura, que transforman ésta en mercancía, ¿les parecerá bien que obtengamos esta gratis? Evidentemente no.

¿Y que hicieron al respecto? En la medida en que pudieron, perseguir la piratería -un fin loable-, la venta de películas descargadas de Internet a bajo costo, etc. Megaupload sufrió la persecución de las fuerzas del gobierno federal estadounidense, siendo clausurado en 2012 por el FBI «por infracción de derechos de autor».

De todos modos, los motivos del cierre de Megaupload todavía no están meridianamente claros, pero hay voces que afirman que este sitio de descargas iba a revolucionar la industria discográfica con un innovador modelo que gestión que dejaba a las grandes discográficas fuera del pastel, llevando el trabajo del músico directo al consumidor sin intermediarios y sin pasar por el 95% de beneficios de la productora.

Es una constante histórica que los avances técnicos y tecnológicos ligados a la productividad se desarrollan más rápido que las relaciones económicas. Esto lleva a que aquellos que monopolizan determinado bien o servicio impidan y censuren algunos avances tecnológicos (como Internet o las energías renovables) que serían beneficiosos para el resto de la población. Cuando lo nuevo hace obsoleto lo viejo, ello conduce indefectiblemente al enfrentamiento.

Tenemos diversos ejemplos de cómo los avances tecnológicos entran en contradicción antagónica con los intereses corporativos de un determinado sector. Desde la ya olvidada Ley Sinde, Ley SOPA o el citado cierre de Megaupload, así como el boicot al coche eléctrico en California a principios de este siglo o los ataques contra las energías renovables. Tenemos también otros ejemplos, como el progreso que podría existir en el campo de la medicina si ésta no estuviese sometida al beneficio de las enormes empresas farmacéuticas.

En los últimos meses la industria del Taxi se está viendo alterada por culpa de un avance relacionado con las nuevas tecnologías : Uber, una aplicación para móviles que posee inversores como Google o Goldman Sachs y que conecta a conductores con pasajeros. Uber ha tenido tanto éxito que actualmente opera ya en 128 ciudades de 38 países, entre ellas Barcelona, donde está presente desde mayo. A Madrid llegó a finales de septiembre rodeada de polémica y entre medidas para multar a sus conductores por operar sin licencia.

El funcionamiento de esta aplicación es sencillo: a través de un Smartphone, el usuario detecta a conductores anónimos que se ofrecen en su zona para trasladarle con su vehículo particular a cambio de una cantidad de dinero.

Este servicio sin embargo ha indignado al colectivo de taxistas, que ven en él una clara competencia desleal. Su postura es lógica, para usar Uber sólo se requiere un móvil y un coche, ellos deben obtener una licencia cuyo precio puede variar desde los 80.000 a los 200.000 euros. Para conseguirla, deben tener un carné de conducir profesional, un seguro de responsabilidad civil por 50 millones de euros, tarifas fijadas por la administración y estar dado de alta en la seguridad social.

Con su protesta, los taxistas piden a las administraciones que pongan freno a Uber sancionando a la empresa y no a los conductores que la utilizan, como ocurre hasta ahora. La Dirección General de Transportes de la Comunidad de Madrid ha avisado de que quien lleve pasajeros usando esta aplicación se exponen a multas de hasta 6.000 euros, que aumentarían hasta los 18.000 en caso de ser reincidentes. La semana pasada, los inspectores madrileños ya cazaron a un conductor.

El Ayuntamiento de Barcelona ya se ha posicionado al respecto y ha dado la razón al gremio con la apertura de un expediente a Uber por su «supuesta actividad irregular». A partir de ahora, la Generalitat controlará las actividades de la empresa e interpondrá una multa de 2.000 euros a todo servicio de transporte que no opere con las licencias oportunas. Con la decisión, Cataluña sigue los pasos de países como Bélgica, donde la actividad de Uber también ha sido vetada.

Si de algo han servido los conflictos emanados por la irrupción de esta app es para mostrarnos algo evidente: el sistema actual del del taxi está quedando obsoleto. Faltaba que apareciera un innovador servicio de transporte público surgido de las nuevas tecnologías para que el antagonismo entre un nuevo modelo y lo tradicional saliera a la palestra.

O cobro caro y tengo pocos clientes, o cobro barato y tengo muchos. Es el viejo dilema de los negocios. Muchas empresas, sobre todo si no tienen competencia, eligen sin lugar a dudas la primera opción: se gana lo mismo pero se trabaja menos y el precio alto da prestigio e importancia al producto o servicio. Los taxis han preferido los precios altos, y eso funciona mientras no haya competencia.

Cuando aparece la competencia, siempre hay tres opciones:

1) aplastarlos antes de que levanten la cabeza.

2) ofrecer un servicio suficientemente eficiente para que la gente continúe usando lo que conoce.

3) bajar los precios y competir.

Uber nos demuestra pues, que el colectivo del Taxi debe optar por las dos opciones y desechar la tercera: reconvertir su sector de la manera que sea capaz de ofrecer un servicio lo suficientemente eficiente a los usuarios de este transporte público. Adaptarse, bajar los precios y competir con los nuevos modelos de transporte. Pero luchar contra los avances a golpe de prohibición representan una vía al fracaso y un incentivo para la economía sumergida.

El gremio del taxi, con razón, exige que sea protegido su sector, porque están pagando por ello y existen unas reglas pactadas. Si unos conductores piratas están obteniendo ingresos usando un nuevo sistema de transporte público como son las aplicaciones de Uber, se hace necesaria su regulación y que sus empleados tributen al fisco, como tributan todos los autónomos.

De ninguna manera podemos defender la competencia desleal contra aquellos trabajadores que cumplen con sus obligaciones. Pero la solución no es prohibir el progreso sino adaptarse a la nueva realidad. La solución puede centrarse en dos vías: rebajar el precio de la licencia y servicios del Taxi, y al mismo tiempo plantear la futura regulación de servicios como Uber. En algunos países esta app ya está perfectamente legalizada, la mayoría de sus conductores son ex taxistas, ni que decir tiene que están ganando más dinero y tienen mejores condiciones.

Uber puede ser de gran utilidad como alternativa al sector del taxi, como también para coordinar y mejorar el servicio de los alquileres de coches con conductor. Pero para que sea una buena herramienta esos conductores y coches han de pasar por los controles que exige ese tipo de actividad. Los mismos para todos aquellos que ofrecen un servicio público.

Al igual que las descargas piratas protagonizadas por Megaupload fueron motivadas por la negativa de la industria a adaptarse a las nuevas realidades tecnológicas. Uber es la respuesta pirata a los altos costos y mal servicio del transporte público, entre ellos el taxi.

Así pues, ante las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías, sólo quedan dos opciones: renovarse o morir…

10 comentarios en “Taxistas vs Uber: renovarse o morir

  1. Estimado Daniel:

    Compañero:
    Discrepo de algunas partes de tu escrito. Con la primera parte estoy en total acuerdo pues no es más que una descripción y resumen del servicio que ofrece Uber y lo comparas con los taxis. Bien.

    Dices:
    «De ninguna manera podemos defender la competencia desleal contra aquellos trabajadores que cumplen con sus obligaciones. Pero la solución no es prohibir el progreso sino adaptarse a la nueva realidad. La solución puede centrarse en dos vías: rebajar el precio de la licencia y servicios del Taxi, y al mismo tiempo plantear la futura regulación de servicios como Uber. En algunos países esta app ya está perfectamente legalizada, la mayoría de sus conductores son ex taxistas, ni que decir tiene que están ganando más dinero y tienen mejores condiciones.»

    Aunque yo entiendo perfectamente lo que quieres decir con esto, no estoy del todo acuerdo con eso de «renovarse o morir». Me explico: Detrás de la retórica del «progreso» y la innovación, las empresas de este tipo cada vez más mutilan las protecciones a los trabajadores, presionan los sueldos a la baja y se saltan las regulaciones del estado finalmente. NO ES aceptable que el riesgo de una empresa recaiga sobre sus trabajadores en vez de sus dueños. Esto lo reconoces al decir: «Uber puede ser de gran utilidad como alternativa al sector del taxi, como también para coordinar y mejorar el servicio de los alquileres de coches con conductor. Pero para que sea una buena herramienta esos conductores y coches han de pasar por los controles que exige ese tipo de actividad. Los mismos para todos aquellos que ofrecen un servicio público.»
    Pero es que ese es el tema – Uber NO existiría, no tendría razón de ser sin su método actual que no es más que un «dumping» laboral a precios que destruyen el sector de los taxis y en cierta manera «chinifican» el modelo de este tipo de servicios.
    Sin entrar en el tema del trato de Uber hacia sus trabajadores, está el hecho de que estas empresas luego además se escaquean de cualquier responsabilidad cuando el servicio NO va bien. Por ejemplo, como cuando los huéspedes que usan AirBNB (el uber versión hostales) se convierten en okupas. Si alguien de verdad quisiera un servicio tipo Uber, existen (sobre todo en un país como el nuestro con la sociabilidad y redes de apoyo que tiene) decenas de formas de llegar a un destino sin recurrir a Uber. Una persona realmente tendría que estar muy pero que muy sola en la vida para no conocer a nadie que le pueda echar una mano. Yo soy un gran defensor de este tipo de relaciones informales para determinados servicios. La gente debería aprender a colaborar más en este tipo de cosas. El usuario de Uber que piense sobre estos temas y le dé igual es el típico egoísta anti-social que dice «me la suda, usaré Uber igual y a la mierda con las consecuencias para los trabajadores y demás».

    Me gusta la legislación en ciudades liberales como Seattle – se limita el número de conductores permitidos para Uber y exigen seguros y todos los controles que al final, ajustarán el precio mucho más como el del taxi tradicional. Si por «tanta regulación» Uber tiene que cerrar, PUES QUE CIERRE. QUE CIERRE. Oiga, que yo también puedo contratar a esclavos sin regulaciones y decir que si me obligan a pagarles un sueldo justo, tendré que cerrar mis operaciones.

    Yo creo que tú vas por el mismo camino que yo, pero quizá te veo un pelín entusiasmado con esto de Uber, no sé. Es verdad que no es para ponerse en plan luditas, pero tampoco de resignarse a lo «nuevo» – no creo que es tu intención eso, pero otros sí piensan que no se puede hacer «nada» y claro que se puede.

    A todo esto le podríamos llamar la «economía del compartir» (en la palabrería) pero en realidad no se comparte nada, ni tiene que ver con la colaboración descentralizada entre ciudadanos. Lo que genera son empleos precarios y desregulados (sin la desregulación no existirían) y esto es la consecuencia directa de inversores poderosos, no de gente reduciendo precios. Proyectos como Uber en absoluto conducen al tipo de sociedad equitativa que queremos.

    Saludos

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    • Buenas;

      «Uber NO existiría, no tendría razón de ser sin su método actual que no es más que un “dumping” laboral a precios que destruyen el sector de los taxis y en cierta manera “chinifican” el modelo de este tipo de servicios».

      Es que precisamente defiendo una regularización de servicios como Uber y similares para evitar ese dumping laboral.

      Mi criterio es que Uber, en caso de ser regulado, puede convivir perfectamente con el sector del Taxi. Siempre que sea en igualdad de condiciones en cuanto a reglamento y precios. Sin competencia desleal que tire los sueldos a la baja. Para que sea una buena herramienta esos conductores y coches han de pasar por los controles que exige ese tipo de actividad y estar sujetos a la legislacion vigente en el transporte publico: tener la licencia VTC para el coche (cumpliendo sus limitaciones como la antigüedad máxima del vehículo etc) , el carnét de conducir BTP quien lo conduzca, el seguro de responsabilidad civil correspondiente, hojas de reclamaciones, recaudar IVA, pagar impuestos como todo el que realiza una actividad económica, etc.

      No hay duda de que las actividades desarrolladas por esta nueva aplicación resulta injusta para los taxistas que han pagado por un dineral por la licencia. Uber es claramente competencia desleal. Pero por otro lado no hay que olvidar que el sector del taxi está excesivamente regulado y además no ha evolucionado. Los ayuntamientos controlan el número de licencias que son expedidas mediante compraventa y las cuales no han hecho más que aumentar cada vez más de precio. Ahora nos encontramos con una cantidad inmensa de gente que ha pagado un cojón por entrar a la profesión (y esto no es culpa suya, sino de la administración), y esto repercute el coste en los usuarios.

      Si la Administración Pública no hubiera permitido la compraventa de licencias, podría haberlas mantenido en un precio bajo, poniendo facilidades a los que entran y no perjudicar a los que ya estaban. Vamos, que la licencia del Taxi solo debería de servir para que quien entre al sector esté registrado y se asegure de que se cumplen unos controles de seguridad y calidad mínimos, pero no para hacer negocios con ella.

      Debemos estar del lado de los taxistas. La ley debe perseguir a los conductores piratas de Uber. Pero por otra parte creo que relacionado con esto, hay que plantear una reforma muy grande del sector. Primero, reducir el precio de las licencias de taxi. Y segundo, menos requisitos para ser taxista (la normativa especifica desde los tipos de coche hasta la indumentaria que pueden llevar). Esto es, liberalización del gremio sin perder de vista en ningún momento la regulación para este tipo de servicios de transporte urbano en vehículo turismo.

      Uber tiene algunas ventajas sobre los taxis convencionales, como por ejemplo la posibilidad de ver mediante GPS dónde se encuentra el conductor y cómo va llegando al lugar de recogida. Ello hace posible ir calculando cuanto tiempo puede tardar en llegar al punto de recogida. También tiene otras ventajas como por ejemplo consultar el presupuesto del trayecto antes de montarse en el vehículo, por lo que así se acaba la estafa de los taxímetros. A esto se une que para realizar el pago este se realiza a través de la aplicación por lo que no es necesario dinero en efectivo.

      Estas innovaciones tecnológicas las podría incorporar el sector del taxi, para así ofrecer un servicio de calidad y que satisfaga las nuevas expectativas del ciudadano. Pero el servicio del taxi en España está demasiado sobreprotegido y anclado en el pasado. El surgimiento de esta nueva aplicación lo que ha hecho es poner en evidencia su carácter obsoleto.

      Por eso en el título de escrito hago énfasis en lo de «renovarse»… refiriéndome a los taxistas.

      «Si por “tanta regulación” Uber tiene que cerrar, PUES QUE CIERRE. QUE CIERRE».

      Por supuesto, de eso se trata. La razón principal por la que Uber es muchísimo más barato que un taxi es sencilla: no paga un solo impuesto. Ninguno. Ni por la licencia ni por el servicio ni por la Seguridad Social. Si facturas en negro obviamente todo es más barato. Seguro que una vez regularizados, teniendo que pagar los impuestos correspondientes, a los Uber no les saldrá a cuenta seguir funcionando, y acaban cerrando como cualquier empresa deficitaria…

      Saludos.

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  2. Hola de nuevo:

    «Mi criterio es que Uber, en caso de ser regulado, puede convivir perfectamente con el sector del Taxi. Siempre que sea en igualdad de condiciones en cuanto a reglamento y precios. Sin competencia desleal que tire los sueldos a la baja. Para que sea una buena herramienta esos conductores y coches han de pasar por los controles que exige ese tipo de actividad y estar sujetos a la legislacion vigente en el transporte publico: tener la licencia VTC para el coche (cumpliendo sus limitaciones como la antigüedad máxima del vehículo etc) , el carnét de conducir BTP quien lo conduzca, el seguro de responsabilidad civil correspondiente, hojas de reclamaciones, recaudar IVA, pagar impuestos como todo el que realiza una actividad económica, etc.»

    Pero es que yo creo que Uber no existiría si estuviera en igualdad de condiciones, pues su «razón» de ser es el dumping. No existirían con condiciones reguladas, creo yo. Como mucho, sí que podrían contribuir a reducir precios y competencia, pero no creo que de forma notable pues la ley de la competencia es tal que por mucho que exista mucha oferta de servicios, los precios son más o menos parecidos para servicios afines.

    Dices:

    «Pero por otro lado no hay que olvidar que el sector del taxi está excesivamente regulado y además no ha evolucionado. Los ayuntamientos controlan el número de licencias que son expedidas mediante compraventa y las cuales no han hecho más que aumentar cada vez más de precio. Ahora nos encontramos con una cantidad inmensa de gente que ha pagado un cojón por entrar a la profesión (y esto no es culpa suya, sino de la administración), y esto repercute el coste en los usuarios.»

    Esto es complicado – en teoría, creo que sí debe ser el ayuntamiento el que determine cuántas licencias otorgar ya que el taxi es un servicio público. Por supuesto que los costes son abusivos, pero claro, siendo que son así por los gobiernos locales, se podrían modificar con mucha más facilidad que el servicio privado.

    ¿Excesivamente regulado en qué sentido?

    Dices:

    «Debemos estar del lado de los taxistas. La ley debe perseguir a los conductores piratas de Uber. Pero por otra parte creo que relacionado con esto, hay que plantear una reforma muy grande del sector. Primero, reducir el precio de las licencias de taxi. Y segundo, menos requisitos para ser taxista (la normativa especifica desde los tipos de coche hasta la indumentaria que pueden llevar). Esto es, liberalización del gremio sin perder de vista en ningún momento la regulación para este tipo de servicios de transporte urbano en vehículo turismo.»

    De acuerdo con lo de reducir el precio de las licencias, sí.

    Tema tipo de coches — pero esto es así en todas las ciudades. Es necesario (a mi juicio) porque genera la fácil identificación del taxi, con sus colores y modelo específico de coche. A mí me gusta regularlo de esa manera y no entiendo qué beneficios aportaría para la sociedad tener todo tipo de coches y colores, por poner el ejemplo, como si tratáramos de un país tercermundista en el cual sí que existen múltiples variedades de taxi (me refiero específicamente con esto a países como el Perú).

    Indumentaria — ¿qué es lo que está mal de esta parte? ¿Qué indumentaria deben llevar?

    Dices:

    «Uber tiene algunas ventajas sobre los taxis convencionales, como por ejemplo la posibilidad de ver mediante GPS dónde se encuentra el conductor y cómo va llegando al lugar de recogida. Ello hace posible ir calculando cuanto tiempo puede tardar en llegar al punto de recogida. También tiene otras ventajas como por ejemplo consultar el presupuesto del trayecto antes de montarse en el vehículo, por lo que así se acaba la estafa de los taxímetros. A esto se une que para realizar el pago este se realiza a través de la aplicación por lo que no es necesario dinero en efectivo.»

    Lo del GPS se puede fácilmente poner en los tradicionales sin ningún problema. Con respecto a consultar el presupuesto del trayecto, pienso que ni una cosa ni la otra. Es verdad que el taxímetro es un método bastante indeseable, aunque bajo el sistema que yo propondría, los taxímetros estarían diseñados por una empresa pública que además haga que obligatoriamente mida el trayecto para establecer precios fijados públicamente.

    Efectivo: Bueno ahora la mayoría (en Madrid o NY al menos) aceptan tarjetas. Tuve yo una discusión con un taxista sobre esto precisament en GALICIA. Por ley, deben aceptar la tarjeta y no me la quería aceptar. Cuando me vio cogiendo el móvil para llamar a la Policía Municipal, rápidamente me aceptó la tarjeta. Ciudad: Santiago de Compostela, hace años.

    Absolutamente de acuerdo con tu conclusión sobre Uber y su cierre. A lo que añado – y si cierra una empresa esclavista, yo siempre brindo.

    Saludos

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    • «¿Excesivamente regulado en qué sentido?»

      Es un sector sobreprotegido por los motivos anteriormente mentados. Es un sector blindado para que no tenga competencia. Sin persecución administrativa ni fiscal, cuyas licencias mantienen unos precios infladísimos a causa de que se especula con ellas. Sin políticas de captación. Sin necesidad de mejorar porque no tienen competencia. Con capacidad para hacer los chanchullos que quieran (tema aeropuertos, tema hoteles…), a nivel particular sin penalización por mal trato al cliente o mal mantenimiento del auto. Entre otras problemáticas.

      Por otra parte los taxistas siempre ponen trabas a la concesión de más numero de licencias ya que eso significaría una devaluación en el precio de las mismas, y como ellos han pagado un huevo por ella, quieren hacer lo propio el día que les toque a ellos la jubilación.

      Yo entiendo que la administración regule lo suficiente a este tipo de transporte público precisamente para garantizar su calidad y seguridad. Pero aún así, estando tan regulado, la calidad del taxi deja bastante que desear.

      Protección y regulación sí. La que haga falta. Pero bien llevada, y que garantice calidad. No que sea una puerta abierta a la corrupción y el clientelismo. Sobre todo en el tema de las licencias.


      «Indumentaria — ¿qué es lo que está mal de esta parte? ¿Qué indumentaria deben llevar?»

      Las ordenanzas municipales de algunas comunidades autónomas aplican normativas que obligan a los taxistas a cuidar su indumentaria y a llevar ciertas condiciones adecuadas de aseo y vestimenta. Por ejemplo se les insta a evitar ropa deportiva y pantalón corto. O también camisetas sin mangas y sandalias. Es un aspecto más de la regulación del sector del taxi. Aunque depende según qué comunidades o países:

      http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/10/25/madrid/1351166360_502719.html

      En otras comunidades autónomas obligan a los taxistas a portar uniforme:

      http://www.lasexta.com/programas/mas-vale-tarde/noticias/taxistas-palmas-protestan-implantacion-nuevo-uniforme-llevando-falda_2014090400238.html

      El taxi no es un lujo ni un transporte ocasional. Es un servicio que es utilizado a diario y por miles de personas. En Barcelona mismo no llega el Metro al aeropuerto principal. Tienes que usar opciones mucho más incomodas, como un bus que te deja en Plaza Catalunya o si eso pillar el tren de cercanías. La gente mayor de edad usa mucho el Taxi. Y a nivel de turistas ya ni te cuento.

      Por no mencionar lo caro que es coger un taxi (que repito, no es culpa de los taxistas, pues el precio no lo ponen ellos). La última ocasión que cogí un Taxi, el trayecto Barcelona -Aeropuerto del Prat (5:00 de la mañana sin tráfico, diez minutos) me costó lo mismo que un vuelo a Barcelona – Londres con British Airways.

      «Lo del GPS se puede fácilmente poner en los tradicionales sin ningún problema. Con respecto a consultar el presupuesto del trayecto, pienso que ni una cosa ni la otra. Es verdad que el taxímetro es un método bastante indeseable, aunque bajo el sistema que yo propondría, los taxímetros estarían diseñados por una empresa pública que además haga que obligatoriamente mida el trayecto para establecer precios fijados públicamente».

      Totalmente de acuerdo.

      Yo lo que me pregunto es: si la gente se reinventa y busca ideas que hagan que la gente esté mejor comunicada y que ahorre dinero, ¿no deberían los taxis tratar de hacer lo mismo? actualizarse un poco, flexibilizar un poco el secto, buscar otro tipo de comodidades, hacer carreras compartidas, interconectarse de alguna manera, etc. Perseguir a Uber es legítimo por tratarse de una actividad ilegal. Pero por otra parte también hay que buscar soluciones que contenten a todos; a taxistas y a usuarios.

      En España hay muchas empresas de conductores privados, algo que hasta la fecha ha estado dirigido específicamente a empresas y servicios muy exclusivos relacionados con el mundo del lujo. En Madrid y Barcelona existe Cabify, una empresa española cuyo servicio es similar al prestado por Uber, pero en el marco de la legalidad. Es un servicio que permite al ciudadano solicitar un vehículo de alta gama, y a precios bastante más elevados que los del taxi (en este caso no había dumping). Y aún así, los taxistas protestaron contra esa nueva aplicación…

      No veo nada malo en que como usuarios del transporte podamos tener más opciones para elegir y que no sean los taxistas los únicos en ofrecer una red accesible de vehículos para movernos de un sitio a otro. Al igual que existen otros tipos de transportes urbanos, como metros, autobuses y trenes.

      Por otro lado, no es que quiera hacer de profeta Nostradamus, pero me temo que Uber al final acabará siendo legalizado en España. Tienen toda la jurisprudencia del resto de paises de la UE y el apoyo de la comisión europea. La Unión Europea le ha dado la espalda a los taxistas, y les han dicho tajantemente que los taxis no van a librarse del avance tecnológico que están viviendo. Vamos, les dicen que de alguna forma u otra tendrán que adaptarse:

      http://www.genbeta.com/actualidad/la-comision-europea-da-la-espalda-a-los-taxistas-uber-y-blablacar-no-seran-prohibidos

      No me baso en suposiciones, solo hay que ver el proceso llevado a cabo en el resto de 130 ciudades donde opera Uber y otros servicios similares como Blablacar: primero protestas, luego legalización, luego trasvase de conductores y clientes del Taxi hacia Uber, y luego… a por otra ciudad.

      Saludos.

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  3. «Por otra parte los taxistas siempre ponen trabas a la concesión de más numero de licencias ya que eso significaría una devaluación en el precio de las mismas, y como ellos han pagado un huevo por ella, quieren hacer lo propio el día que les toque a ellos la jubilación.»

    Normal. Por eso hay que de alguna manera reducir de forma universal y permanente el precio de estas licencias.

    «Yo entiendo que la administración regule lo suficiente a este tipo de transporte público precisamente para garantizar su calidad y seguridad. Pero aún así, estando tan regulado, la calidad del taxi deja bastante que desear.»

    Entendido.

    «Protección y regulación sí. La que haga falta. Pero bien llevada, y que garantice calidad. No que sea una puerta abierta a la corrupción y el clientelismo. Sobre todo en el tema de las licencias.»

    Absolutamente de acuerdo.

    «Las ordenanzas municipales de algunas comunidades autónomas aplican normativas que obligan a los taxistas a cuidar su indumentaria y a llevar ciertas condiciones adecuadas de aseo y vestimenta. Por ejemplo se les insta a evitar ropa deportiva y pantalón corto. O también camisetas sin mangas y sandalias. Es un aspecto más de la regulación del sector del taxi».

    Si mal no te entiendo, ¿crees que estas normas no deben imponerse?

    «El taxi no es un lujo ni un transporte ocasional. Es un servicio que es utilizado a diario y por miles de personas. En Barcelona mismo no llega el Metro al aeropuerto principal. Tienes que usar opciones mucho más incomodas, como un bus que te deja en Plaza Catalunya o si eso pillar el tren de cercanías. La gente mayor de edad usa mucho el Taxi. Y a nivel de turistas ya ni te cuento.»

    Sí, ciertamente.

    «Por no mencionar lo caro que es coger un taxi (que repito, no es culpa de los taxistas, pues el precio no lo ponen ellos). La última ocasión que cogí un Taxi, el trayecto Barcelona -Aeropuerto del Prat (5:00 de la mañana sin tráfico, diez minutos) me costó lo mismo que un vuelo a Barcelona – Londres con British Airways.»

    Sí. En España los taxis son obscenamente caros. Con decirte que en Nueva York, en el propio Manhattan donde el coste de vida es el triple que en España (o más), el taxi cuesta MUCHO MENOS.

    «Yo lo que me pregunto es: si la gente se reinventa y busca ideas que hagan que la gente esté mejor comunicada y que ahorre dinero, ¿no deberían los taxis tratar de hacer lo mismo? actualizarse un poco, flexibilizar un poco el secto, buscar otro tipo de comodidades, hacer carreras compartidas, interconectarse de alguna manera, etc. Perseguir a Uber es legítimo por tratarse de una actividad ilegal. Pero por otra parte también hay que buscar soluciones que contenten a todos; a taxistas y a usuarios.»

    Sí, absolutamente. Nada que discrepar de esto.

    «Es un servicio que permite al ciudadano solicitar un vehículo de alta gama, y a precios bastante más elevados que los del taxi (en este caso no había dumping). Y aún así, los taxistas protestaron contra esa nueva aplicación…»

    Sí, ciertamente. Me gusta mucho este servicio, por cierto. Es el doble de profesional que el taxi y por supuesto más cómodo. Para los que nos gusta vivir bien…

    «No veo nada malo en que como usuarios del transporte podamos tener más opciones para elegir y que no sean los taxistas los únicos en ofrecer una red accesible de vehículos para movernos de un sitio a otro. Al igual que existen otros tipos de transportes urbanos, como metros, autobuses y trenes.»

    De acuerdo.

    «Por otro lado, no es que quiera hacer de profeta Nostradamus, pero me temo que Uber al final acabará siendo legalizado en España. Tienen toda la jurisprudencia del resto de paises de la UE y el apoyo de la comisión europea. La Unión Europea le ha dado la espalda a los taxistas, y les han dicho tajantemente que los taxis no van a librarse del avance tecnológico que están viviendo. Vamos, les dicen que de alguna forma u otra tendrán que adaptarse:»

    Sí, desgraciadamente así es. Digo desgraciadamente no tanto por los taxistas sino por el servicio de tercermundización en las condiciones laborales que ofrece Uber.

    Saludos

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  4. io non mi sono iscritto a Facebook: l’idea di essere ritrovato dai compagni di scuola mi mette una tristezza da tagliarmi le vene, sono passati vent’anni, non abbiamo più nulla in comune, perché dovremmo fare finta di essere felici di rioctvarri?E poi, Attivissimo forse non ha tutti i torti, siamo tutti qui a preoccuparci di che uso farà l’Esselunga dei dati sui nostri acquisti con la Fidaty card, e poi mettiamo in internet un po’ di tutto, dal nostro CV alla posizione in cui ci piace farlo il venerdì sera…

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  5. Hallo Samet,einen sehr guten (aber auch nicht zu teuren) Saz-Reparateur kann ich Dir in Berlin empfehlen: Sadik 0177/5244111 (am Halleschen Tor. Meine erste Saz war mir runtergefallen und hatte leider einen Sprung – und man sieht kaum noch was daSno…vonst – tausch doch einfach die Saiten in der Reihenfolge um, wenn Du Linkshänder bist!LG

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  6. that they couldn’t sell me one without a Vodafone contract. When I said that other people had bought them contract-free (referring to comments here!) the guy said a memo came from head office yesterday that they aren’t allowed to sell them without contracts.He was actually quite helpful and said he’d love to sell me one (you could tell he wanted to) but said he’d get in trouble otherwise.I can only assume this is Vodafone placing those conditions on them?(corksta has made 29 comments)

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